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Julia Soria nació en 1948 en una aldea soriana . Esta es su primera novela. Y en ella nos cuenta como una mujer de mediana edad vuelve a su pueblo, deshabitado, en la meseta castellana con su hermano para vender la casa de sus abuelos. Allí empieza a recordar. Y nos cuenta sus recuerdos. Los recuerdos de la década de los 60 cuando tenía doce años y pasó una larga temporada allí con sus abuelos maternos,nueve meses porque en Barcelona la angustia que sentía no la dejaba vivir. Nueve meses en los que vivió feliz con sol, calor, frío y campo alrededor. Feliz a pesar de la dureza del clima y de la dureza de la vida, porque aquella vida era una vida de trabajo. Una vida que le enseñaría su abuela, sabia, fuerte y dura como el campo castellano pero que adoraba a su nieta. Y nos cuenta esos meses que allí pasó, el amor de sus abuelos, la relación tan maravillosa con su abuela, las costumbres y tradiciones, los trabajos que se hacían, sus días de escuela, sus tardes con su pandilla, su primer amor... Y según iba leyendo iba recordando esos veranos que he pasado en un pueblo muy parecido. Yo, por edad, no viví eso pero lo que nos cuenta Julia me lo contaba mi madre en esas tardes de siestas eternas que eran obligatorias y para que no molestara a los que si querían dormirlas me contaba historias de cuando ella era pequeña que como ya os he dicho eran muy parecidas a las que nos cuenta Julia. Ya no tengo quien me cuente como iban a lavar a la fuente, ni como hacían pan para muchos días, ni como iba a llevarle a mis abuelos la comida cuando estaban segando, ni como era la época de la trilla en las eras, ni el calor ni el picor de la paja, ni las fiestas ni las travesuras que hacían ni las amigas de siempre que tampoco están ya. Ya no tengo quien me cuente cuales eran las costumbres y tradicciones, lo duro que era el trabajo con el calor axfisiante del verano y el frío helador del invierno. Ese trabajo del que dependían para vivir. Esa dureza del campo. Pero también ese amor a la naturaleza, a la vida sencilla de unas gentes humildes que trabajaban de sol a sol y que querían algo mejor para sus hijos. Pero ahora tengo este libro que es como oír a mi madre contármelo así que para mí es un libro muy especial que me ha removido por dentro y que me ha hecho recordar esos veranos que olían a pan recién hecho, a ropa tendida al sol, a sopas de ajo, a fuego de chimenea, a cariño, a infancia y a libertad. A una vida que ya no volverá pero que seguirá en mi memoria y en mi corazón. Enlace: https://instagram.com/mi.ter.. |
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