Es una historia un poco peculiar. Diana se apuntó a un sorteo cuyo premio era un viaje a Las Vegas acompañada, y quien mejor pata ir con ella que su padre su abuelo. Tal vez fuesen los mejores para acompañarla, pero ver a aquel hombre impresionante nada más llegar al hotel, que ellos se dieran cuenta y su abuelo se metiese por medio y a esto añadir que su madre les abandonó siendo ella un bebé, vive en esa ciudad, da mucho jugo. La escena del comienzo del libro es para no olvidarla. Si me ocurriese a mí, creo que la reacción sería la misma. |