Una novela corta que demuestra como el tener una gran idea y saber desarrollarla puede ser un éxito. Joyce, abogado de profesión, recibe la visita de un amigo, dueño de una plantación de caucho. No tanto por el placer de visitarlo, sino más bien con una necesidad urgente. Su mujer está arrestada sin motivo alguno. Algo fácil y sencillo para Joyce acabará complicándose por la aparición de una misteriosa carta. Un argumento simple, que sin embargo nos lleva a una trama inquietante y asombrosa. Un relato bien hilado que no te deja soltar el libro. Sin duda, como bien dice su editorial, es un pequeño placer en el que sumergirse. |