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En este caso algo que he valorado mucho de la novela es su ambientación. Rubén, almeriense de nacimiento, ha acogido a Valencia como su segunda casa y en parte imagino que la novela se basa la mayor parte de ella allí, en homenaje a ese cariño y todas esas cosas bonitas que le ha dado la capital del Turia. Especialmente me llama la atención su forma de describir las calles, los lugares, la precisión de las mismas. Mientras lo lees parece que estés ante un auténtico narrador cámara, porque a través de sus letras nos ha transmitido lo que él ha sentido al escribir o al mapear la novela. También visitaremos otros lugares como el país Vasco, Colombia, entre otros. Y en todos ha parecido más que una lectura, como adentrarte dentro de una película y poder ver lo que él quería que viésemos y sintiésemos. La melodía de las balas en mi caso, ha sido como una melodía para mis ojos. Ha sido una lectura muy real, solo Rubén sabe darle ese toque. Porque hacía bastante tiempo que no encontraba un libro que no se llevaba ni estaba a la altura de mis cinco nubecitas. Rubén sabe como desenvolverse con su pluma como pez en el agua, y así ha sido una novela de diez. Ha construido una novela partiendo de varios hilos de historias, jugando con el presente y el pasado. Integrando movimientos políticos de una manera muy suspicaz pero que enganchan al lector a sus letras. Otro juego narrativo que utiliza es el usar la primera y la tercera pasada en los mismos capítulos, aunque perfectamente separados donde vamos apreciar claramente quien habla. Ha sido una figura que realmente también me ha encantado. Junto a Jon Cortazar, nuestro protagonista, iremos acompañándolo a lo largo de su vida, Por las diferentes sociedades, culturas y movimientos políticos. de los que cada uno va saliendo como buenamente puede. Nos enseña, sin querer o queriendo, culturilla de cuando Jon era y como era colaborador de ETA, cuando es colaborador de las FARC, y hasta como llega a meterse dentro del mundo del estado islámico. Jon hoy por hoy, es un asesino a sueldo, un sicario. Y como bien el dice el autor, a Jon le gusta el jazz y matar, y no precisamente por ese orden. Acompañado al libro va una playlist de todas las canciones que salen nombradas en el libro. Ha sido todo un placer poder oír esas canciones mientras leía la novela. Si la leéis, os animo a que la escuchéis. Con una estructura de once capítulos, reconozco que el primero se me hizo un poco largo. Pero cuando entras en la trama y en la acción te das cuenta que cada punto y coma ha sido estudiado por el autor, para que sepamos lo que tenemos que saber en el momento adecuado. Cada capítulo empieza con una cita, que estoy segura que Rubén ha editado una y mil veces, hasta quedarse con once sola, si no es así, aquí tienes Rubén tu blog para decirnos si las tenías claras desde el principio o ha habido movimientos. Sólo me queda darle la enhorabuena al autor, porque nuevamente quedo encantada con su segunda novela. Enlace: http://www.leolalluviacaer.c.. |
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