17 Pies

Jessie es nueva en la oficina del FBI en una pequeña ciudad de Dakota del Sur. de pronto, y de rebote, se convierte en la responsable de un caso en el que han aparecido 17 pies en la vera de un lago en un minúsculo pueblo a tres horas de la ciudad.
Casualmente, su compañero de investigación es oriundo de ese pueblo y este va a ser su ultimo trabajo.
Cuando llega al pueblo se encuentra con 17 pies y ninguna pista por la que tirar, aunque poco a poco y con la ayuda de Tom, su compañero, van intentando acotar las posibilidades para encontrar al asesino o al menos averiguar a quien pertenece cada uno de los pies.

La novela es entretenida, se lee muy bien, es ágil y con capítulos cortos. Los personajes no son demasiado profundos, Jessie está bastante perdida en la investigación y depende demasiado de las directrices de su compañero, es comprensible al ser su primera investigación, pero queda demasiado insegura para haber sido la primera de su clase. Tom es genial, es toda una institución, pero felicita demasiado a Jessie para mi gusto.
Creo que las partes en las que Dan y Jessie interactúan quedan un poco forzadas. Sin embargo, las de la madre de Jessie son una maravilla y dan un toque de luz y alegría a toda la novela.

La investigación es interesante y puedes llegar a dudar de varias personas del pueblo, pero lo más sorprendente es un detalle del final que me ha encantado.

La novela es sencilla pero entretenida y te hace pasar un buen rato.