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Un libro que me ha costado horrores terminar. La idea está bien, el fin del mundo contado en forma de diario por un chaval. Pero es que elchaval se pasa el libro cachondo, relata todo lo que ocurre o hacen personajes que salen por salir (si tienen relaciones, si están cagando...). Está bien, hasta cierto punto, que relate la vida de sus antepasados. Pero se repite demasiado. Es como si el autor no supiese como alargar la obra y decidiese hacer un recordatorio cada cinco minutos. No he empatizado con ningún personaje salvo con Robby, el único. Porque no sabría decir quien era peor, si Shan o Austin. Si le quitas la mitad de las páginas, sale la historia justa y sin tanto sinsentido. Por que en sí la idea es interesante, pero así no. |
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