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En cuanto anunciaron que llegaría otro libro más de la saga de Will & Sara a manos de la editorial HarperCollins, supe que inmediatamente tenía que leerlo. Hace un año, una de mis cinco mejores lecturas del año, fue nada menos que La última viuda (la entrega #9), aquella novela que nos hablaba sobre un futuro ataque biológico, que consigo se había llevado a mucha gente inocente y, en donde Sara resulto ser secuestrada por estos hombres. Ahora, Karin nos ofrece un juego en el tiempo de sus historias, en donde tendremos nuevamente la oportunidad de tener un punto de vista del fallecido Jeffrey Tolliver. Ya que nuestros protagonistas tendrán que escarbar en casos pasados que marcaron la vida de muchas jóvenes, que fueron cruelmente torturadas y violadas por el “consuelo” que necesitaba su asesino. Karin es una escritora que no teme ser directa con un tema tan delicado como este, ella es una mujer que expresa la realidad que constantemente se vive en el día a día. Ofreciendo así, una novela cruel, despiadada y bastante descriptiva al grado de resultar hiriente. Es una representación del daño que puede causar la perturbadora mente humana de un asesino (si es que se le puede considerar un ser humano). “-Di su nombre – le dijo Sara. No se lo pedía por la grabadora. Se lo pedía por sí misma, por Tommy, por todas las mujeres a las que había destrozado - . di su nombre.” Es increíble la manera en que la narración tan exquisita de la autora te envuelve y te mete de lleno en la trama, deseando así poder atrapar al asesino y obtener una venganza por todas esas chicas a las que les fue arrebatado su futuro de la manera más despiadada. Obviamente ya tenemos a un culpable que ha pasado una década en la cárcel, pero que ha alegado no ser “el homicida que están buscando”. Cuando los asesinatos siguen ocurriendo y han utilizado el mismo modus operandi, los agentes finalmente dan por hecho que se trata de la misma persona de hace diez años y que con el paso del tiempo ha ido mejorando sus técnicas. Solo para darse una idea, este psicópata es comparado con homicidas como Ted Bundy, Dennis Rader, Kemper y hasta el mismísimo Jack el destripador. Lo que hace que las ganas de descubrir a este despreciable personaje se acrecenté conforme pasen las páginas y al final resulta ser quien menos se lo esperan. Tiene un gran cierre, se arreglan los líos amorosos y también logran salvar a una víctima más de otro ataque que pudo resultar brutal. Sin duda se trata de otra magnifica historia que ya he apuntado para ser de mis mejores lecturas de este año. |
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