Purgatorio

La primera novela del periodista Jon Sistiaga tiene 416 páginas , 29 capítulos, nota del autor y agradecimientos y se trata de literatura contemporánea que tiene dosis de novela negra, thriller, misterio, investigación y suspense, incluso podría decirse que también tiene costumbrismo ya que relata muy bien lo que era la manera y la forma de sentir de el pueblo vasco en un momento muy concreto que pero se dilató en el tiempo más de lo parece, por lo que la gente adoptó unos rituales de vida que hizo suyos para el día a día.

Existe una trama en el presente mezclada con la historia de hace 35 años donde los capítulos de la actualidad se denominan según los días de la semana, “viernes, lunes….” y los del pasado como “día 1, día 3…”.

El libro comienza en el presente con Josu Etxebeste, en su restaurante, el Toki –Eder situado a las afueran de Irún. Josu, ahora restaurador de éxito, en sus tiempos jóvenes perteneció a la banda terrorista ETA (en el libro se la denomina la Organización, para de esta manera globalizar el concepto que puede referirse a otras bandas como el IRA, las FARC...), y participó en el secuestro y posterior asesinato del empresario vasco Imanol Azkárate, un buen hombre cuyo único delito fue negarse a pagar el impuesto revolucionario a la banda. Josu ha estado 35 años con el peso de la culpa de lo que hizo, sobre todo del daño que le ocasionó a la única hija de azkárate, Alasne, una mujer de su edad, y a la que conoció de joven. Ahora está decidido a confesar lo que hizo, y arrastrar en su confesión al otro miembro del comando, el famoso abogado Zigor Altuna.

Zigor ha sabido reconvertirse en un abogado de éxito, codeándose con la clase alta de San Sebastián, siendo uno de los nuevos "pijos" del lugar, llevado una vida llena de comodidades y lujos y sin echar jamás la vista atrás. al contrario que Josu, Zigor nunca se ha sentido culpable y la aparición de su antiguo compañero de comando, solo le provoca desasosiego por si se descubre su antigua identidad como miembro de la 0rganización terrorista.

Cuando hace 35 años Imanol Azkárate apareció muerto en un bosque , los policías no encontraron a los culpables y el caso quedó sin esclarecer. El inspector que llevaba el caso, Ignacio Sánchez, lo recuerda perfectamente, y a punto de jubilarse verá como el pasado vuelve con fuerza para sacudirle la conciencia. Aunque ellos eran los “ buenos”, utilizaban unos procedimientos para sacar información a los sospechosos de pertenecer a la Organización, simpatizantes, o simplemente amigos de amigos, de todo menos legales. Las torturas estaban a la orden del día en aquella época, era lo normal, y ahora 35 años después Josu ha aparecido en su vida para recordárselo.

Por su parte Alasne, la hija de Imanol lleva una vida anodina, no levanta cabeza desde que asesinaron a su “aita”, no puede pasar página porque no sabe quién lo hizo, cómo alguien pudo arrebatarle la vida a su padre, aquel hombre bueno y conversador, culto, al que le encantaba llevarla a sitios especiales en los maravillosos paisajes del País Vasco, que disfrutaba cocinado para sus amigos, trabajador incansable que consiguió ser empresario y al que las cosas le iban bien.

En el lado de los policías , Ignacio Sánchez tiene a Arrieta como su mano derecha. El joven policía ve al veterano como su maestro , el que le ha enseñado todo lo que sabe, pero cuando irrumpe Josu Etxebeste de nuevo en la vida de Sánchez, Arrieta descubrirá cosas desconocidas del pasado de su jefe, herramientas policiales impensables en la actualidad. El policía Tomás Ugarte en el pasado estuvo con Sánchez, cuando los peores años del terrorismo en euskadi, y ahora viene de Madrid para meterse en la trama.

Otro personaje crucial en la novela es Mikel Rekalde, alias Tanke, uno de mis favoritos. Un juguete roto de la banda armada, una marioneta en manos de los cabezas pensantes, los elegidos, los “listos”, aquellos que mandan a otros a matar o morir mientras ellos siguen con sus cómodas vidas en el anonimato.

El anciano cura Vixente Egozkue y el afamado escritor Pérez –Askasibar, también de avanzada edad , ven como en sus últimos años de vida el pasado les alcanza, de la mano de Josu etxebeste. Ellos que tuvieron un papel fundamental en la Organización, tendrán que lidiar con este imprevisto.
CONCLUSIÓN:

La novela me ha parecido excepcional, no sólo por cómo está escrita, lo fluida que es y lo que te atrapa, sino por lo que te hace reflexionar, y lo mucho que te enseña del post conflicto, de los años que vinieron al fin de la banda terrorista. Cómo la sociedad vasca quiso olvidar rápidamente por lo hastiados que estaban de los secuestros, muertes, atentados….en definitiva querían salir de ese estado de temor perpetuo en el que vivían. Los afines a la banda siguieron con sus vidas como si nada, como si nunca hubiese existido ese estado de terror. Pero quedan las víctimas, que como Alasne no pueden olvidar lo que ocurrió, y tampoco deben olvidar.

El mensaje del libro es que los culpables deben ser castigados, antes o después. Los que cometieron los delitos y aquellos que los convencieron para hacerlo, los que no se mancharon las manos de sangre , pero indujeron a ello, son también culpables. En general en toda la novela se habla de aquellos que justifican la violencia e intentan legitimarla.

Los paisajes y entornos tienen un protagonismo propio en la novela, tanto la parte española como la francesa están presentes en todo momento, San Juan de Luz, Hendaya, el río Bidasoa, Fuenterrabía (Hondarríbia)...
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