Historia corta que deja muy buen sabor de boca y que desearías que fuese más larga. Tiene escenas realmente buenas, que te dejan la piel de gallina y consigue que pases miedo. Claro ejemplo de que no hace falta que la historia tenga 600 páginas para que sea buena y deje huella. Recomendada sin duda, muy amena y ágil de leer. No baja el ritmo en ningún momento, no defrauda. |