Simenon nos tiene acostumbrados a que disfrutemos con la lectura de un relato policial que, además, es toda una muestra casi sociológica de la vida y costumbres de los hombres y mujeres comunes, con los que trata Maigret en sus investigaciones. En este caso, se trata de la investigación de un doble crimen: el de una avara y miserable mujer, y el de su joven sobrina, esta última en las propias dependencias de la comisaría. Nos encontramos con un Maigret irritable e introspectivo, que sufre en su conciencia por no haber atendido a la joven asesinada cuando ésta acudió a él. En el transcurso de la investigación vamos conociendo a los vecinos de las víctimas, habitantes de un vetusto edificio de los suburbios parisinos, a los jóvenes parientes de las víctimas, que viven una vida sumida en la miseria, a oscuros abogados, y a empresarios de dudosa moralidad. No falta la casi humorística descripción del paso de un cortejo fúnebre. Por último, debemos agregar una aguda reflexión del protagonista sobre los criminales y sobre cómo entiende la investigación criminal. En definitiva, una muy buena novela, que, como tantas otras del autor, recomendamos. Enlace: https://sobrevolandolecturas.. |