Creo que es de los libros más bonitos que leí en mi adolescencia y que cada cierto tiempo vuelvo a revisitar. Más allá de estar escrito con cuidado y delicadeza junto con la crudeza necesaria de la historia, es un libro repleto de emociones. Me hizo sentir tristeza, empatía, felicidad, cariño, miedo, frustración, pena y un sin fin de emociones entre renglones que narraban la historia de un joven en conflictivas tierras africanas. Gracias a profesor que decidiera que debíamos leer este libro porque es uno de los motivos de mi amor por la lectura y un libro que siempre recuerdo. Totalmente recomendado tanto para adolescente como para adultos. |