Diez días de junio

Novena entrega de la serie del inspector Miquel Mascarell, quizá una de las mejores que he leído, me atrapó enseguida y la acabé de leer en menos de 24 horas.

En este caso nuestro inspector se encuentra, paseando con su mujer y su hija, a un fantasma del pasado, un cura al que había detenido antes de la guerra por pederastia después de que un niño se suicidara por su culpa. Fue el único detenido al que apuntó con su pistola y estuvo a punto de apretar el gatillo.

Descubre que después de la guerra salió de la cárcel y sigue trabajando con niños, lo sigue y se enfrenta a él, lo que le lleva al cuartelillo donde pasa unas horas detenido. al día siguiente por la mañana, cuando ha subido al terrado a buscar la ropa tendida, unos policías entran en su casa buscándole para detenerle por el asesinato del cura y se llevan a su mujer y a la niña para interrogarla.

Él ha conseguido burlar a los policías y, con la ayuda de un ex policía que fue su subordinado y ahora es detective privado, empieza a investigar quién podía tener motivos para querer matar al cura...

Una lectura muy ágil y amena, donde se van sucediendo los acontecimientos en cascada y conocemos la situación desesperada de muchas madres solteras o viudas de "rojos" a las que les quitaban a sus hijos para internarlos en orfanatos y educarlos en los valores de la dictadura; un retrato de aquellos años en los que muchos niños vivieron abusos y malos tratos por parte de sus supuestos "salvadores".

Ya tengo entre manos la décima entrega que parece también muy interesante. Una serie muy recomendable.

¡Feliz lectura!