The promised neverland 12

Sigo con esta serie protagonizada por los niños que fueron “producidos” para convertirse en comida para monstruos pero que lograron escapar y ahora se encuentran en plena búsqueda de su ansiada libertad, entendiendo cada vez más el mundo en el que habitan.

El décimo tomo terminó en plena batalla contra el archiduque Lewis, máximo dirigente del terreno de caza conocido como Goldy pound. Por suerte para Emma y el resto de niños, cuando ya creían haber utilizado todo lo que estaba en su mano para vencerle aparece Yugo, uno de los niños escapados hace 13 años y que ya es un adulto. Entre todos sacarán la artillería pesada y conseguirán vencer a Lewis gracias a no dejarle tiempo para que se regenere de las heridas que le están causando, no sin que antes dejase mal heridos a varios de los niños, entre ellos a Emma.

Una vez vencido Lewis toca marcharse de Goldy Pound, pero antes de hacerlo deciden destruirlo para que no pueda volver a utilizarse como campo de caza de niños. Por su parte, Yugo coge un camino más corto pero también más peligroso de vuelta al refugio para poder curar a Emma. Semanas después ella despierta recuperada y se encuentra con que el resto de niños han conseguido llegar allí también y entre todos están preparando los siguientes pasos a seguir bajo las indicaciones que les había dejado Minerva. La vida en el refugio es plácida, todos están entrenados para realizar las tareas que les tocan: cultivar y cazar sus propios alimentos, estudiar los libros de la biblioteca, mantener limpio y ordenado el espacio, etc.

Pronto Emma, Ray, Don y Gilda empezarán a hacer incursiones en el mundo de los demonios en busca del ojo de dragón que se encuentra entre el día y la noche que les permitirá encontrar el modo de conectar su mundo con el de los humanos. También tratarán de ponerse en contacto con los llamados “seguidores”, pero lo único que provocará esto es que el clan Ratry sepa dónde están y vayan a darles muerte. En ese momento todos tendrán que abandonar el refugio, quedando atrás Lucas y Yugo para evitar que puedan seguirles.

El grupo de niños cada vez está más cerca de conseguir escapar, pero no dejan de salir enemigos a su paso. ¡La cosa está que arde!