La caricia del alba

La primera entrega de la serie me pareció muy divertida y esta lo es igual o, incluso, más que El beso del ocaso.
La pareja protagonista de la novela es genial, sobre todo porque como Lynae tiene auténtico pavor a los vampiros, el verse siendo la pareja de uno de ellos da mucho juego a la trama y sus reacciones resultan imprevisibles, en especial para su compañero.
El resto de los miembros de la familia Bellardi harán las delicias del lector, pero mi debilidad ha sido la pequeña Cinnia porque si Nico tenía siempre las palabras justas para provocar más de una carcajada en la primera parte de la bilogía, la presencia de esta niña —en el segundo libro— es el complemento perfecto para los ocurrentes comentarios del loro e ideal para que la diversión sea total.