El diablo viste de negro

¡Hola a todos!

Este mes de septiembre Chic llegó cargada de novedades, a primeros de mes salió a la venta un nuevo libro de la autora L.J. Shen, El diablo viste de negro y a finales tuvimos el estreno de una nueva serie de la autora K. Bromberg, la serie S.I.N. que consta de 3 entregas y la primera de ellas se titula El último paraíso.

El diablo viste de negro es una historia independiente y autoconclusiva.

Seis meses después de su ruptura, Madison Goldbloom se reencuentra con la última persona que esperaba ver, su ex, Chase Black.

Maddie no puede ni verlo desde que lo pillará siéndole infiel, él le rompió el corazón y ahora Maddie está rehaciendo su vida y comenzando una nueva relación con Ethan, pero la reaparición de Chase hará que su vida se ponga del revés.

Porque Chase necesita un favor, su familia no sabe que han roto y quiere que su padre, gravemente enfermo, esté tranquilo, feliz y sin preocupaciones durante el tiempo que le quede, por lo que le ha dicho una pequeña mentirijilla a su familia, que Maddie y él están comprometidos. Así que no le quedará más remedio que buscar a Maddie para pedirle que se haga pasar por su prometida en la fiesta de compromiso que su familia les ha preparado. En principio solo tendría que ser un fin de semana y después no volver a verse, pero las mentiras son una pescadilla que se muerde la cola y su primo Julian y su mujer Amber, que no se creen que Chase pueda querer casarse con una mujer tan alejada de lo que es su tipo habitual, irán provocando situaciones para desenmascarar a Chase y Maddie.

Nos encontramos con una historia en la que los personajes obviamente se llevan fatal, sus interacciones y diálogos están llenos de acidez y sarcasmo, Maddie no confía en él pero dado su carácter se ve obligada a ayudarlo.

La escritora describe a Maddie como una Louisa Clark (para quienes no lo sepan es la protagonista del libro Antes de ti, de Jojo Moyes), una mujer pequeña, dulce y amable que se viste de forma extravagante, con muchos colores y dibujos en sus prendas. Maddie se dedica a diseñar vestidos de boda y en su futuro ve una familia, hijos, la casita con valla blanca, vamos el paquete entero, algo que Chase no está dispuesto a dar.

Durante el tiempo que duró su relación Maddie solo le mostró a Chase la mejor versión de sí misma, la mujer que creía que él deseaba, pero será durante su noviazgo fingido donde ambos se muestren como realmente son y donde empiecen a conocerse de verdad. Durante esa relación fingida Maddie no necesita cumplir expectativas por lo que no se cortará a la hora de decirle a Chase lo que realmente piensa.

Maddie es una buena chica que no puede evitar ayudar a quién lo necesita, por ello se ha ganado el apodo de Maddie, la Mártir. Así que no podrá decir que no cuando Chase le pida hacerse pasar por su falta prometida.

Chase es un hombre que no cree en el amor, ni en el compromiso y cuando se dio cuenta de que lo que debía ser una aventura, poco a poco se convirtió en una relación más seria, decidió cortar por lo sano con Maddie. Ahora la necesita para mantener la mentira ante su familia en estos duros momentos, mientras lucha por mantener la estructura de poder en la empresa familiar. Pero su atracción por Maddie sigue siendo tan intensa como al comienzo, por lo que intentará seducirla para tenerla en su cama mientras dure la farsa. Conforme pasan los capítulos vemos que tras esa capa de frialdad y sarcasmo, Chase es un hombre que se desvive por los suyos y que tiene más capas de las que muestra al mundo.

Los personajes tienen una evolución bastante notable durante la historia, Maddie pasa de ser "la Mártir", que todo se lo calla y siempre dispuesta a ayudar a quién se lo pida, a una mujer más segura de sí misma que sabe lo que quiere y que aprende a defenderse y a decir NO.

Por otra parte Chase aprende dejar atrás el pasado y aceptar sus sentimientos, que enamorarse no es el fin de todo, sino que puede ser un comienzo y que debe luchar por ello.

La historia es amena, de lectura fluida, de esas que empiezas y te lees en un suspiro, narrada en primera persona desde el punto de vista de ambos protagonistas. La química entre ambos es intensa, a pesar de lo ocurrido ninguno de ellos lo ha superado todavía, en especial Maddie. En principio vemos que son dos personajes muy diferentes y parece que no pegan en uno con el otro, no tienen nada en común, pero conforme pasan las páginas vemos que se complementan mucho más de lo que ellos mismos esperan. al contrario del resto de los libros que he leído de esta autora en este el personajes no es tan perturbado/traumatizado y capullo como alguno de sus otros personajes masculinos.

El diablo viste de negro es una historia de segundas oportunidades, con una lectura ligera y divertida y amena, con escenas muy sexis y unos protagonistas muy distintos pero con mucha química que te harán disfrutar de su lectura.
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