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A Day of Fallen Night tiene casi todo lo que me gusta en fantasía: viajes, relaciones profundas entre personajes, intrigas políticas y un mundo fascinante en el que las distintas religiones y creencias populares de cada región tienen un peso crucial en las vidas de sus habitantes. ¡Y hay dragones! Uno de los aspectos que más me gusta de esta novela es la diversidad y el respeto al colectivo LGBTI+. En esta historia hay personajes de distinto color de piel y en el mundo se hablan lenguas diferentes y se tienen creencias muy dispares. El elenco de personajes ofrece todo tipo de orientaciones sexuales y hay representación no binaria. El ritmo es lento, pero la trama se presta a ello y a veces es necesario para establecer una buena base y desarrollar las relaciones entre personajes. Aun así no faltan escenas de acción, tensión y momentos en que el lector sufre al no saber qué va a ocurrir. El personaje al que más cariño guardo es Wulf, después a Tunuva y a Dumai. La trama de Wulf me parece preciosa, aunque me quedé con las ganas de que se desarrollara más la relación con cierto personaje, pero dado que el objetivo de la novela es mostrar relaciones entre mujeres, ya sean amigas, rivales, madres e hijas y abuelas, acepto que se planteara como fue y quedé muy satisfecho. Definitivamente, A Day of Fallen Night ha sido una de las lecturas más fascinantes que he tenido oportunidad de disfrutar en 2023. |
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