El descontento

“El descontento” es la primera novela de la periodista Beatriz Serrano. Trata temas de total actualidad como las enfermedades mentales, la excesiva medicalización del sistema, la soledad de las grandes urbes, la necesidad de vínculos, la cultura del trabajo y el descontento generalizado con la existencia. Todos estos, temas muy millennials con los que es fácil sentirse identificadx.
El libro está narrado en primera persona por la protagonista, Marisa, una mujer en la treintena que soporta a duras penas el día a día laboral en una agencia de publicidad, con ansiolíticos y vídeos de YouTube. Marisa no es feliz, pero siente que debe serlo porque sus padres se han esforzado mucho para que lo sea. Marisa no es feliz, se siente culpable por no serlo y sola por no poder compartirlo. Marisa detesta la hipocresía social, las frases hechas y las relaciones superficiales. Todo el entramado social de la vida laboral la atormenta, pero son tantos ya los años que lleva “jugando a las oficinas” que sabe perfectamente cómo debe comportarse; al menos hasta que la rutina pasa factura y la máscara social se va resquebrajando.
Me he sentido identificada con buena parte de la historia y sé que si este libro está teniendo tanto tirón es porque, por desgracia, son muchas las personas que se sienten como Marisa día tras día.
El libro es muy triste, pero es imposible que no te mueras de la risa al leerlo, pues el humor negro lo inunda todo.
Es cierto que hay partes de la trama de las que me gustaría saber más, que se han quedado un poco “abiertas” para mí. Pero es un buen primer libro, que se lee en un suspiro y genera debates muy interesantes. Creo que el final es apoteósico, no se me ocurre un final mejor para la protagonista.
En lo que va de año ya es el tercer libro que cae en mis manos sobre esta temática. Considero que la situación actual es lamentable y que pende de un hilo. El sistema está claramente obsoleto y somos muchas las personas que a duras penas aguantamos formando parte de él. Es estupendo que la literatura se haga eco de este gran problema, pero ojalá todas estas novelas llegasen a las personas que pueden hacer algo para cambiar las cosas y evitar, o al menos reducir, esta pandemia de enfermedad mental en la que estamos inmersxs.
“Nadie puede cambiar el mundo, tan solo intentar que el mundo no le cambie demasiado.”