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“La bailarina” es una denuncia feroz contra la precaria situación de una compañía de danza cuyas integrantes son explotadas. Sometidas a jornadas laborales agotadoras, deben pagar de su bolsillo el vestuario para las actuaciones y se les estafa parte de su salario diario. Se convierte así su trabajo en una suerte de esclavitud, que las obliga a tener que aceptar “protectores”, hombres sedientos de carne a los que se entregan a cambio de agasajos, algo de dinero, e incluso cobijo. La protagonista es Carmela Minino, una joven que os robará el corazón. Está sola en el mundo tras el fallecimiento de su madre y su madrina. Dispuesta a mantener su virtud, prefiere seguir siendo pobre a acceder a las proposiciones de los cantamañanas que se acercan a ella. No obstante, cada día es más difícil que el anterior. Cuando tienes que racionarte un trozo de pan para pasar el día, debe ser una tortura ver cómo tus compañeras comen en restaurantes. Es imposible no empatizar con la pobre Carmela. Qué bien reflejada está su ansiedad, su desesperación. Ella siempre piensa que es la más fea, la que peor baila, la que no se merece nada bueno. Obviamente se trata de una mujer al límite, empozoñada por sus pensamientos autodestructivos. Con este relato tan bello en forma y fondo he sentido un flechazo. Un stendhalazo, como se suele decir. Serao, valiente, visibiliza de forma realista y cruda una problemática tabú, reivindicando el derecho a la vida digna a través de una prosa delicada y sensible. Os lo recomiendo encarecidamente. |
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