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Llega la hora de finalizar esta bilogia que nos ha tenido tan enganchados y comiéndonos las uñas. No sé si me siento tranquila de saber como acaba todo o si odiar mucho a Amanda, por terminar esta historia a la que tanto cariño le he cogido y tanto me he enamorado de sus personajes. En este final de la historia, veremos a una Verónica radiante y feliz que, por vueltas de la vida, se ve totalmente destruida, Y es que no hay nada mejor para un escritor que ver a su protagonista con una vida idílica para ¡zas! arrebatársela. Verónica se ve, de buenas a primeras, secuestrada, herida y en coma. ¿Puede pasarle algo más a esta chica? La respuesta es sí, y eso es lo que iremos descubriendo a lo largo de la trama que, personalmente, me ha parecido fascinante. Una lucha diaria por parte de Verónica que la hará apoyarse en los personajes que la han acompañado durante toda la historia, Silvia y Douglas, y cuyas vidas han cambiado completamente, para sorpresa de Verónica y de nosotros (nuestra Silvia ha asentado la cabeza) Por otro lado, veremos como afecta esta situación con Verónica a Marco y a Leandro. ¡Cómo te voy a echar de menos Marco! Porque, por mucho que Amanda se empeñe en decir que Marco es suyo, lo siento en el alma bombón, pero siempre será MI Marco Un giro inesperado de la historia que se complica por momentos y una maduración de los personajes, sobre todo de Silvia que, como he dicho, me ha llamado mucho la atención. El lenguaje, como siempre, muy cuidado y adecuado a la historia en sí y al público al que está destinado. Narrado en primera persona por Verónica nos hace volver a meternos en su piel y sufrir y disfrutar por igual con cada situación haciendo que el lector no sea pasivo. CONCLUSION: Esta bilogía me ha hecho disfrutar como la que más y me he enamorado de todos y cada uno de los personajes (bueno, todos lo que se dice todos...). Muy bien hilada toda la historia y un final muy pero que muy bueno. Si tuviera que sacarle un defecto, cosa que yo no llamaría defecto, sería que el tira y afloja entre Marcos y Verónica, a veces, es demasiado y llega a cabrear al lector (yo a veces quería entrar en el libro y darle una colleja a Marcos y otra a Verónica por ser tan tontos...). Pero, como he dicho, creo que es también necesario para los líos de la historia. Enlace: http://lacaracolalectora.blo.. |
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