Cuatro días de julio

Se me encoge el corazón cuando pienso en esta lectura. Hacía tiempo que un libro no me removía tanto por dentro…

“4 días de Julio” nos narra los acontecimientos acaecidos en Granada del 20 al 23 de julio, cuando triunfó el golpe de los sublevados contra el gobierno de la República española. Estos hechos se nos muestran desde el punto de vista de varios personajes que viven la guerra desde posiciones muy diferentes, pero que al mismo tiempo están conectados ya sea por vínculos familiares, por amistad o simplemente porque así lo ha querido el azar.

Un sindicalista que lucha por defender aquello en lo que cree, una mujer que se ve atrapada en mitad de la batalla alejada de su hijo, una madre preocupada por la vida de sus retoños, un soldado de ideología republicana que se ve atrapado en el bando de los sublevados al estar haciendo la mili y tantos otros cuyas vidas dan un vuelco al llegar la arrolladora e inevitable guerra.

Si bien la trama no es excesivamente sorprendente –es lo que tiene leer una novela histórica, que ya intuyes su desenlace- es un libro que rebosa sentimiento. Una historia de sufrimiento, miedo y dolor; pero también una historia de superación, de lucha y ¿por qué no? de amor.

El estilo narrativo del autor es una maravilla. Sus juegos de palabras, la elegante manera que tiene de narrar acerca de la muerte y el sufrimiento y sus sutiles descripciones nada recargadas pero que te teletransportan. Y es que realmente sientes que estás recorriendo las callejuelas del Albaicín o del barrio del Realejo, con la Alhambra siempre de fondo.

La historia tiene MUCHA jerga granadina. Es una obra con una gran cantidad de diálogos y en estos se ve reflejada la personalidad de los granadinos, haciendo uso de expresiones muy propias de la zona. Algo que personalmente me ha encantado y que me ha sacado una sonrisa en más de una ocasión al reconocer la mayoría de expresiones por mi vínculo familiar con tierras granadinas. Sin embargo, para aquellos no habituados a dicha jerga, admito que es algo que les puede dificultar un poco la lectura y que probablemente les impida vivirla con la misma intensidad.

Sin duda, es una lectura que recomiendo a todos los granadinos y sus familiares, o a aquellos que hayan tenido el placer de recorrer las calles de esta magnífica ciudad. Merece la pena adentrarse en las vidas de tan carismáticos personajes y vivir a través de sus ojos un momento histórico tan importante en nuestro país.