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Crítica de lavidademisilencio


lavidademisilencio
02 April 2024
Alemania, 1942. La vida de Natan da un giro de 180º cuando, durante el auge del nazismo, su familia de origen judío se ve amenazada. Después de que se lleven a su padre en mitad de la noche, la madre se queda sola cuidando de sus dos hijos. Es entonces cuando se presenta una oportunidad que no puede dejar escapar: un grupo de adultos han iniciado un proyecto que pretende salvar a cuantos más niños mejor, y en esta iniciativa hay un hueco para Natan. Mientras él parte hacia un lugar más seguro, su madre y su hermano Sami, demasiado pequeño para que se lo lleven también, se quedan en Alemania.

El viaje que emprende le lleva de país en país hasta llegar a Nonantola, un pequeño pueblo italiano cerca de Módena. Allí se instalan en Villa Emma, donde se creará una comunidad basada en la convivencia, la solidaridad y el altruismo. Sin embargo, la sensación de seguridad no dura mucho ya que fuera de las paredes que les cobijan sigue gestándose una guerra.

40 abrigos y un botón es una novela de 203 páginas que se dividen en 12 capítulos de longitud media y un epílogo. En cuanto al narrador, quien nos cuenta la historia es Natan y lo hace en primera persona y en presente. A título personal, me ha faltado conocer más puntos de vista, además del del protagonista; me hubiese gustado leer algún capítulo desde la mirada del hermano pequeño, la madre, el tío o cualquier adulto de Villa Emma, pues le hubiese dado mucha profundidad a la historia.

El ritmo me ha parecido demasiado rápido al principio y al final. En un libro de tan poca extensión, es normal que la trama sufra altibajos de ritmo; sin embargo, en una novela de estas características, que aborda un periodo histórico tan convulso como el Holocausto, y encima está basado en hechos reales, hubiera agradecido más que el autor se detuviera en ciertos puntos de la historia —el principio, donde conocemos a la familia, y el final, donde se cuenta la huida de Villa Emma y el desenlace—, y no detallara tanto la estancia en la villa. Personalmente, se me ha hecho lento el discurrir de la trama en Nonantola, aunque entiendo que Sciapeconi le ha otorgado la importancia que ha considerado que merecía. En definitiva, me hubiese gustado que el ritmo estuviese más equilibrado a lo largo de la historia.

La pluma del autor tampoco me ha encantado. En este punto no estoy segura de si el problema era del estilo de Sciapeconi o, si por el contrario, se trataba de la traducción. Había pasajes en los que no le encontraba sentido a lo que leía, ya que se utilizaba un lenguaje que pretendía ser poético y bello pero que no era coherente en absoluto con lo que estaba ocurriendo. al leer me gusta que las "frases bonitas" estén encajadas bien en la historia, que no parezcan colocadas con calzador. Desafortunadamente, es esto último lo que me ha pasado con el libro, que me daba la sensación de que quería hacer que la historia fuera más profunda a base de frases bonitas que, a mi parecer, no han cumplido su función sino todo lo contrario, me han sacado de la lectura.

40 abrigos y un botón cuenta con numerosos personajes, ya que el protagonista va narrando todo su viaje desde que sale de Alemania hasta que llega a Italia y, con ello, nos va presentando a todas las personas con las que va encontrándose en el camino.

El personaje más importante es, como no podía ser de otra manera, el protagonista, Natan. Se trata de un niño que, a pesar de su corta edad (no estoy segura de que mencionen la edad en algún momento, pero yo diría que tiene alrededor de 10 años) ha vivido ya situaciones muy dolorosas. Desde que sale de Alemania junto a un grupo de niños que no conoce, se le ve receloso y muy cauto. Ha visto lo que puede ocurrir si no actúa con precaución y, por ello, se muestra muy observador y atento a cualquier peligro. de él me ha gustado lo agradecido que es; es muy consciente del peligro que corre y se afana en recordar el nombre de cada persona que le ofrece su mano en el camino, ya sea con un gesto grande o un detalle que, podría parecer nimio, pero no lo es. de la construcción de este personaje solo me ha fallado que a veces me parecía más adulto de lo que realmente era; ante ciertas situaciones era más racional de lo que debería. Me ha faltado más vulnerabilidad y algún punto de inocencia puesto que, a pesar de todo lo que le ha pasado, no deja de ser un niño.

Del resto de personajes, me ha gustado mucho el tío Hermann, con quien Natan tiene un vínculo muy fuerte y especial. Es muy reflexivo e introspectivo, y a pesar de que muchos le consideran una persona rara, es alguien verdaderamente inteligente y quien más lecciones enseña a su sobrino. Aunque se separan una vez Natan se va de Alemania, el niño siempre le tiene presente y le recuerda en determinados momentos, especialmente en los duros ya que es cuando tiene a recordar sus enseñanzas.

Del resto de personajes, hay algunos que tienen más protagonismo que otros pero, en general, siento que están bastante desdibujados. Hace un par de semanas que terminé el libro y de algunos personajes solo recuerdo el nombre y, vagamente, el papel que tenían en Villa Emma (Boris y Josko, especialmente). Pero no recuerdo mucho más allá de eso, y eso es signo de que no han llegado a impactarme ni dejar huella.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela es que me ha descubierto una historia que desconocía sobre el Holocausto. Siempre me ha gustado aprender sobre este periodo histórico y este libro me ha permitido adentrarme en uno de los tantos eventos que tuvieron lugar entonces. En este caso, el camino que transitaron un grupo de niños escapando de los nazis y que acabaron encontrando refugio en una pequeña villa italiana. al terminar la obra, el autor dedica un par de páginas a hablar de los personajes reales y los que son fruto de la ficción; me ha parecido que la escritura de esta obra ha sido un gran homenaje a todas esas personas que les ayudaron en el viaje.

En esta misma línea, me ha encantado cómo se retratan valores como la solidaridad y el altruismo. En muchas ocasiones Natan se preguntaba por qué había gente dispuesta a ayudarles sin esperar nada a cambio, qué les llevaba a tender su mano a personas que les podían poner en peligro. Nunca hallaba respuesta a estas preguntas, porque no había contestación lógica; se guiaban por su corazón y su ética, más que por la razón. A todas estas personas, el protagonista les guardaba un lugar especial en su corazón y se cercioraba de acordarse de su nombre, por muy pequeña que hubiese sido su acción para apoyarles.

En definitiva...

40 abrigos y un botón es una novela basada en hechos reales que nos narra la historia de unos niños que, escapando de la Alemania nazi, se refugiaron en una pequeña aldea en la que les dieron, además de cobijo, un apoyo y un amor inconmensurables. Pese a que su ritmo es un tanto irregular y sus personajes están más bien desdibujados, aborda temas tan importantes como la solidaridad, el altruismo y cómo estos pueden cambiar vidas. Además, la lectura del libro permite ahondar en un evento poco conocido del Holocausto y rendir homenaje a todas las personas que participaron en él, haciendo posible la salvación de un grupo de niños desprotegidos.
Enlace: https://lavidademisilencio.b..
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