Una canción salvaje

Estamos en una distopía. Después del Fenómeno los Estados Unidos de América se han visto obligados a reformarse. El territorio más grande es Verity, lugar en el que empezó todo y todavía continua habiendo problemas con el Tajo.
La violencia de las personas ha generado otro tipo de violencia y tres tipos de monstruos acechan en las sombras. Los Corsai comen huesos y músculos, viven en la oscuridad. Los Malchai beben sangre y son muy fuertes y rápidos. Los Sunai tienen un poder especial y a través de la música comen almas pecadoras.
Verity se divide en dos pares, la de Harker y la de Flynn. En una pagas por la seguridad y Harker hace tratos con los seres para que no se alimenten de personas que están asociadas a él. En la zona Sur, todos pertenecen a un estilo de guerrilla que lucha contra los monstruos al llegar la noche.
Kate es la hija de Harker, cansada de estar fuera hace lo posible por volver a la ciudad junto a su padre, aunque no va a resultar como ella esperaba. August está cansado de estar encerrado y convence a sus padres para ayudar al Sur, estes lo meten en Colton, un colegio elitista en el que casualmente estudia también Kate.
Entre ellos se establece una extraña amistad, los secretos que los rodean comienzan a salir a la luz poco a poco viéndose envueltos en una trama para que se rompa la tregua.

La novela se divide en cuatro partes o versos. La primera parte es la introductoria y por ello la más pesada. Pero una vez llegas a la segunda parte es un no parar. La emoción de no saber como van a seguir, que va a suceder con ellos, quienes están detrás de todo, los monstruos, la oscuridad y el poder lo rodean todo y estos adolescentes solo quieren sobrevivir un día más.
La historia me ha gustado aunque al principio es un poquito liosa. Los personajes principales son complejos y tienen muchas peleas internas pero ambos son tiernos y quieres darles un abrazo. La forma que ambos tienen de aceptarse como son, quienes son y aceptar lo que les ha tocado vivir al mismo tiempo que luchan por mantenerse firmes en sus convicciones y valores es algo a tener en cuenta en esta novela.
La trama está muy bien montada y el final parece completo a excepción del epílogo en el que nos dejan una ventana abierta para el segundo libro.