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Tras la muerte de Harker, ciudad Norte es un caos, Sloan se ha hecho con el poder y la zona ya no es segura para los humanos. August, se ha convertido en lo que la ciudad necesita, como capitán de la FTF lidera un escuadrón nocturno y controla los puntos de control que dan acceso a ciudad sur. Kate, mientras, está en Prosperity cazando monstruos apoyada por un nuevo equipo. Pero cuando descubre un nuevo monstruo que amenaza Verity no duda en ir tras él para avisar a August de este nuevo peligro. La verdad es que tenía muchas ganas de conocer cómo acababa la historia y aunque me ha gustado tengo que decir que me ha decepcionado un poco. El libro sigue el mismo ritmo ágil del anterior libro con lo que te engancha desde el minuto uno hasta el final. August y Kate siguen siendo mis personajes favoritos, si bien es cierto que en este libro han cambiado un poco. Sobre todo August, que carga con el peso de lo que ha tenido que hacer para convertirse en lo que necesitaba la FTF, algo que le martiriza. Creo que son dos personajes que se complementan muy bien y me ha gustado ver la evolución de su relación, pues en este libro varía un poco. También me ha gustado la introducción de los personajes de Soro, Alice y del comedor de caos (aunque me hubiera gustado conocer algo más de él). Lo que no me ha gustado tanto es el final del libro, pues aunque es adecuado creo que la autora podría haber explotado otros aspectos de la historia. Por ejemplo, en el libro se da bastante importancia al alma de las personas infectadas y al poder de la música como algo más que solo una herramienta para cosechar la muerte. Y yo, sinceramente creía que estos dos aspectos tendrían un papel relevante en el final del libro, pero no podía estar más equivocada. La verdad es que sufrí bastante con el final y me hubiera gustado que acabase de otra forma. |
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