A ver, hay un gato en la portada. No me iba a poder resistir. Sin embargo, a pesar de imaginar gatos jefazos, me encontré con otra cosa. Creo que si te encantas las películas de espías secretos, con villanos arrellanados en su sillón con un gato en el regazo, láseres, convenciones secretas, acción, espionaje, malvados con un volcán de lava... y la forma de escribir de Scalzi: te gustará. En mi caso nunca me han entusiasmado las películas de espías y demás, así que aunque reconozco que usa con humor todos los tópicos del género, a mí ni fu ni fa. El libro no está mal, pero a mí, personalmente, no me ha dicho nada. Y los gatos no salen tanto como me hubiese gustado. Aún así: gatos. |