La sociedad por la preservación de los Kaiju

Cuando el COVID-19 arrasa Nueva York, Jamie Gray se ve obligado a trabajar como repartidor de comida a domicilio, hasta el día en que hace una entrega a Tom, que trabaja en lo que él define como una “organización para los derechos de los animales”. El equipo de Tom necesita un integrante de última hora para su próximo trabajo de campo y Jamie se apunta de inmediato. Lo que Tom no le cuenta es que los animales que cuidan no están en la Tierra. En una dimensión alternativa, unas criaturas inmensas, parecidas a los dinosaurios, llamadas kaiju, vagan por un mundo libre de humanos. Son los pandas más grandes y peligrosos del universo y tienen problemas.

A través de una narración cargada de humor, Scalzi nos traslada, literalmente, a un mundo alternativo en el que criaturas gigantes de todas las formas posibles campan a sus anchas. Tanto este nuevo mundo como sus criaturas son fascinantes y el autor trata de aportar datos científicos para darle credibilidad a unos seres imposibles de concebir en nuestro mundo. Ahora bien, esta credibilidad es relativa, pues al final todo es tan inverosímil que es imposible no sonreír mientras lees.

El humor es la clave de este libro, no está pensado para que te lo tomes en serio y hasta los personajes lo saben. Incluso en momentos de tensión, los protagonistas no paran de soltar bromas, de meterse unos con otros y, en definitiva, de hacerte reír. Jamie, el protagonista, es una herramienta perfecta para ello, pues como parece no enterarse de nada, su inocencia hace que sea todo mucho más cómico.

Puede que la historia del libro no sea demasiado compleja y la verdad es que en ese sentido puede decepcionar un poco, ya que te quedas con ganas de algo más al terminar. Sin embargo, si lo que buscas es un libro que sea capaz de hacerte reír, este es el adecuado.

Irbis.