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Abi es una chica curvy acostumbrada a las meteduras de pata y a que las cosas le salgan mal. Zeta acaba de terminar la carrera y piensa en abrir un bar hasta que por una apuesta Abi entra en su vida. Estos mundos tan diferentes van a colisionar y todo cambiará. Un punto a favor de esta historia es Abi. No solo porque sea curvy, alejada de los cánones de chica que no conoce su propia belleza, también porque es algo despistada, torpe y tiene una vida normal buscando trabajo y cómo mantenerse. Zeta es un punto negativo. Empieza la historia siendo un niñato arrogante y caprichoso que no se preocupa del daño que podría hacerle a Abi con su apuesta, o a otra en su misma situación. En seguida pega un giro de rumbo llegando a encapricharse/obsesionarse y acumulando error tras error. El problema que tiene la trama no es tanto que parte de ella gire en torno a la atracción sexual, totalmente entendible, sino la rápida y precipitada deriva que va de eso a lo emicional. Hubiesen hecho falta más momentos juntos para que me resultase creíble tan rápido enamoramiento. Conforme más avanzaba la trama menos empatizaba con Zeta y su actitud en la trama final del libro debe verse de forma bastante crítica. En conjunto es una historia no convencional, más por la trama familiar de Z, pero que como trama amorosa no termina de convencerme como algo para aplaudir. Colibrí. |
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