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Simpático y breve libro sobre la tarea de ser profesor de instituto, narrando situaciones que se suelen dar en clase en clave de humor. Me ha resultado sin más, bastante simple y con poca chicha, no me ha hecho reír apenas, son ideas muy vistas, quizás esperaba un poquito más. Aún así puede ser entretenido, sobre todo para docentes e interesados en el tema, que se puedan sentir identificados. Lo mejor son los títulos de los capítulos, ingeniosos. |
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