Un perfumista con alma

Esto no es una novela, esto es una NOVELA.
He encontrado una historia que, siendo original en muchos aspectos, me ha recordado esas novelas que me hicieron amar la literatura romántica.
Me ha sorprendido la documentación relativa al mundo de los perfumes y lo bien integrada que está a lo largo de la historia. Me ha gustado la estructura de la novela, narrada en dos líneas temporales y con dos puntos de vista. Pero si algo me ha cautivado ha sido su protagonista.
Alexander. Un personaje que brilla por encima del resto de personajes, que se apodera de toda la novela, que podría mantener la atención en la historia por si solo.
El chico que vive la vida a través de los colores, que es capaz de transformar esos colores en aromas, que es descarado, arrollador, exhibicionista, que se sabe el mejor en lo suyo y no lo disfraza con falsa modestia, que es inteligente e irreverente, excéntrico, creativo, con una mente rápida y privilegiada. Un personaje de los que pocas veces se encuentran y que cautivan a pesar de algún pequeño defecto porque bueno, al fin y al cabo, ni siquiera el personaje ideal es perfecto.
Por otro lado está Alma Trinidad, la niña de fuego, su antagonista en la vida adulta, aquella que en determinado momento fue inspiración y descubrimiento. Aparece (o reaparece) en la vida de Alexander para complicarle la vida,  exigirle y sacar su máximo rendimiento, pero intentando fingir que ni le recuerda ni quiere recordarle.

En definitiva, una novela con una calidad de la que ya casi no se encuentra, que me ha reconciliado con un género que últimamente me da más disgustos que alegrías y que de nuevo me ha hecho disfrutar mucho, muchísimo, de la lectura y la magia de los libros.
Enhorabuena @silvia_sancho por una historia como la que has escrito, digna ganadora del Premio Titania IX y por dar vida a un personaje como Alexander.