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Es una novela que empieza siendo muy real, con una situación con la que cualquiera podríamos sentirnos identificadas, pero cuando aparece por primera vez la revelación de Bea la historia empieza a tener un rollo más fantástico que te engancha. Me han parecido muy divertidas las escenas con las amigas, que son ideales, y sobre todo me ha gustado cómo se apoyan en las decisiones que toma cada una, aunque sean surrealistas. La historia con Kike es de locura, pero, ¿qué sería de la vida sin esa chispa que nos lleva a salir de nuestra zona de confort? Como de todas mis lecturas me gusta sacar alguna enseñanza, de esta no iba a ser menos. Me quedo con el afán de superación tanto de Bea como de Carmen, y que si persigues tus sueños y te esfuerzas por ellos, se acaban cumpliendo. |
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