Íntimos enemigos

Leyendo la trama principal, encontramos similitudes con varias comedias americanas, pero pronto la autora se desliga y moldea la idea hasta hacerla suya. Es divertido ver cómo Ariadna y Daniel se ponen trampas para ganar el puesto de vicedirector y, mientras tanto, Mónica y Sergio juegan al gato y al ratón.

El estilo de la autora es fresco, actual, sin complicaciones. Sin embargo, tiene problemas con las comas: no sabe usarlas y crea frases sin sentido que confunden al lector. La mayoría de los diálogos están descolocados, al principio está hablando Daniel y luego descubres que no, que lo anterior lo había dicho Sergio; es estresante. También cae en demasiadas repeticiones y el libro tiene muchas erratas, aunque no me sorprende porque la editorial Versátil no es famosa por mirar al detalle los manuscritos que le llegan.

El final podría haber sido muy romántico e intenso, pero se queda totalmente descafeinado. Todo ocurre muy rápido y sin explicaciones. Los personajes no están bien construidos, sus decisiones no son coherentes con su personalidad.

El problema de este tipo de libros es su previsibilidad. El lector se vuelve clarividente y, con sólo leer 50 páginas, ya sabe cómo va a terminar. El libro tiene buena pinta hasta la mitad, donde empieza a desinflarse como un globo. Es entretenido y te distrae un par de días, pero no le pidas mucho más. Recomiendo este libro a los amantes del género romántico, seguro que ellos lo disfrutan mucho más.

Saludos ;)