Sucedió en Nueva York:

Secuela de Cuando éramos promesas. En esta ocasión la vida que relata la historia es la de Gerry, tras lograr el perdón de Helena, el gran amor de su vida, y de su hija Beatriz, cuando está atravesando su mejor momento rodeado de éxito empresarial, amistades,... se debe enfrentar a una terrible enfermedad que le obliga a enfrentarse a sus miedos e intentar subsanar todos los errores que cometió en el pasado con las dos personas más importantes de su vida. En la boda de su hija conocerá a Mónica, amiga de Helena, ella pondrá su mundo patas arriba, le enseñará eso que todo aquel que me conoce me oye repetir una y otra vez hasta la saciedad: rendirse no es una opción. Con ella Gerry volverá a sentir la intensidad del amor, pero Mónica que no ha tenido una vida nada fácil que ha hecho que sea una mujer fuerte y que es el pilar que sostiene a Gerry en la situación que atraviesa, debe superar también esos miedos e inseguridades que no la permiten disfrutar en plenitud de esa maravillosa historia que están escribiendo. Una vez más y de manera sublime la autora nos introduce de mano de los maravillosos personajes en la trama, haciéndonos partícipes de esos momentos especiales, esos pequeños detalles que llegan al alma, esos sentimientos que se desbordan y que sientes como tuyos propios. Una vez más consigue despertar emociones y hacerte que desconectes del mundo exterior para compartir la historia de Gerry y Mónica, de nuevo ya sabeis que no me gusta hacer spoiler, porque hay que sufrir y disfrutar con los protagonistas, así que a leer esta magnifica historia de amor toca, si quereis saber si supera su enfermedad, si sigue enamorado de Helena, si se da una oportunidad con Mónica a pesar de la diferencia de edad,... Sin duda una lectura más que recomendable, estás tardando