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Como en casi todas las novelas de Safier (Todas de tono satírico o humorístico salvo 28 días, donde escribe un drama muy correcto nada menos que del holocausto nazi) , la protagonista es una mujer que tiene demasiado idealizado el concepto de amor y no tardará en darse el batacazo amoroso de su vida: ¡Resulta que el chico con el que cree estar saliendo está prometido con otra! Y para colmo la deja tirada en la calle sin ninguna de sus pertenencias. No tiene móvil, no tiene las llaves de casa... por llevar, no lleva ni ropa. Lo que podría parecer un desastroso desenlace no es más que el comienzo de una desternillante novela donde los roles a menudo no son tan convencionales como cabe esperar. Nellie es dibujante de comics y trabaja junto al 'friki' de Lenny, quien fantasea con traer a la vida su propio juego de mesa. Quién iba a decirle que su deseo se cumpliría de la forma más literal e inimaginable posible. Nellie ha robado un cuaderno que convierte en realidad todo cuanto dibujas en él... y devastada por los recientes acontecimientos, no se la ocurre otra cosa que diseñar al príncipe de sus sueños basándose en el físico de la rana que acaba de romperle el corazón. A la mañana siguiente, Retro de Amanpour está a su lado amenazándola con una espada y hablando con unos modales más propios de la edad media. Si quiere resolver ese entuerto va a tener que encontrar al auténtico propietario de la libreta... aunque hay que tener cuidado de las manos en las que acaba un objeto tan poderoso como ese. Safier vuelve a introducirnos en un mundo delirante donde la mujer torpe y desafortunada en el amor encuentra a la heroína que lleva dentro y aprende a dar un giro de 360º a su vida. No suele fallar en perfilar protagonistas con un humor agudo aunque a veces roce el absurdo, ideales firmes, acomplejadas por un físico que no encaja en los cánones de belleza pero con el que siempre terminan reconciliándose y alcanzando el amor. El amor propio, digo. El otro podría no llegar o haber estado delante de sus narices todo el tiempo. Imagino que es la clase de autor que amas u odias, porque bien puedes conectar con sus burlas o encontrarlas vacías de contenido. Personalmente, disfruto mucho de su trabajo. Me gusta variar constantemente de género y es el único autor capaz de robarme auténticas sonrisas por disparatadas que sean las situaciones que genera. A veces, ahí está el encanto. e hecho, diría que por una vez lo menos acertado son sus personajes masculinos. Sé que juega a burlarse de todos ellos, pero en ocasiones los encuentro extremadamente planos y predecibles. No me extraña que Nellie acabe hasta las narices y ya ni sepa si quiere a alguno o es mejor mandarlos a freír unicornios. ¿Y lo mucho que se meten con ella? Santa paciencia la de ésta chica, que por suerte es peleona y va cerrando bocas a la vez que convierte a Retro en alguien más civilizado. No olvidemos que el muchacho ni siquiera existe y se cree príncipe de un reino aún más inexistente, así que parte como un hombre de la edad de piedra que necesita aprender de igualdad y respeto. A base de zascas. La novela cuenta con múltiples alusiones a fenómenos de la literatura y el cine actuales, todos ellos justificados por las aficiones de Nellie y que la hacen más humana. Habla de Harry Potter, de Juego de Tronos, Star wars, Los juegos del hambre, El mago de Oz... siempre enfocándose en los referentes femeninos a los que admira. Citando a la propia obra, "La realidad es lo que proyecta tu fantasía". Divina Nellie, siempre luchando por ser su propia inspiración. Tan entretenida y disparatada como sus anteriores novelas, "Y colorín colorado...tú" te robará más de una sonrisa y conseguirá que te vuelques en su lectura. Sin ser una obra magistral de la literatura, cumple su cometido sin pecar de broma fácil o de burla grosera y eso es ya todo un triunfo que en muchas novelas vulneran con tal de alcanzar lo que ellos consideran un tono cómico y desenfadado. Se puede divertir escribiendo bien, y David Safier es la prueba viviente. Enlace: http://elcuervodealasrotas.b.. |
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