Empecé a leerlo imaginando otra cosa del Marqués; incluso las primeras paginas hasta se me hicieron graciosas. Pero cuando empezó a meter coprofilia y demás, asquerosidades no pude seguir. Una porquería bárbara sin forma y nulo crescendo dramático plagada de obscenidades metidas a la fuerza y sin el mas mínimo deseo de romantizarlas aunque sea. Un asco. |