Nosotros dos en la tormenta

Es la primera crítica que escribo en Babelio y voy a empezar con el libro que más me gustó de los que leí este año. Nunca había leído algo de Sacheri y me sorprendió gratamente su prosa.
De qué se trata el libro? lo pueden leer en la descripción del mismo, aqui me dedicaré solamente a comentarlo.
No soy original en esto que voy a escribir, pues otros ya lo han comentado: al leer el libro es como estar viendo una película. No es la narrativa descriptiva de Flaubert, al contrario, con muy poco logra instalar en nuestra mente la imagen de lo que estamos leyendo. Si es un párrafo sobre un tiroteo nos tiramos cuerpo a tierra para esquivar las balas (obviamente exagero para ilustrar esto que digo). Podría dar ejemplos y escribir mucho más sobre este asunto, pero estoy comentando un libro y no haciendo un ensayo sobre la técnica narrativa de Sacheri.

Con este libro el autor hizo una apuesta difícil: quiso escribir una novela con fuerte carga política y social sin bajar línea para ningún lado. Ambientada en una época con atentados terroristas y represión ilegal. Y ha logrado ampliamente ser "neutral". Tengo mis propias opiniones y en ningún momento sentí que lo que leía confirmaba o refutaba lo que pienso. Y no por eso es un relato monótono, histórico y objetivo. Diría que, al contrario, está lleno de pasiones, emociones y sentimientos. Y si el lector es alguien de 50 años o más y argentino, le será difícil no emocionarse, a veces con cosas simples, como recordar cuando sacábamos un boleto para viajar en colectivo y lo primero que hacíamos era mirar si era número capicúa.
Sacheri tampoco es Dostoievski, no profundiza en la psique de los personajes, pero nos mete en la piel de ellos. Hay niños, adolescentes, jóvenes, adultos de mediana edad, ancianos ¿Humaniza a los terroristas? ¿Humaniza a militares y policías que dirigen una represión ilegal? Las respuestas a esas preguntas son si y no. Los personajes son la gente común, la que no salía en los diarios. No son los jefes de organizaciones terroristas, ni personajes del gobierno, militares o policías de alto rango, esos siguen siendo los monstruos que fueron.
Algunos capítulos están escritos en primera persona, cuando describe los pensamientos del padre de un joven terrorista. En ese momento si, hay que sentarse, tomar un vaso de agua, respirar profundo, porque desata emociones que no se pueden contener.

Es de los libros que se lee capítulo a capítulo, masticando sin apuro, parando para rumiar lo leído. Deja huella, y no se olvida fácilmente. Lo recomiendo.
Eduardo Sacheri, muy bien! 10, felicitado.