Mars 01

“Este es el primer retrato que pinté, usando como modelo a un chico de diecisiete años. Lo titulé Marte.
Marte tiene dos significados: uno es el nombre de un planeta y el otro, el dios de la guerra.”

Parece ser que últimamente me he aficionado al manga clásico y al publicado muy a finales del s. XX. Mars goza de un dibujo bastante actual a pesar de que comenzó a publicarse a finales de los años 90 sin embargo no se libra de expresiones “chirriantes” relacionadas con el colectivo lgtb. Me gusta avisar esto último aunque es algo bastante común en publicaciones shōjo de los 90. Curioso, ya que en la actualidad el manga japonés posee un amplio catálogo lgtb incluso algunos publicados durante esa década.

Mars comienza con mucho cliché, con la típica historia de romance entre el chico “malo” y la chica tímida, reservada y demasiado “buena a la que hay que proteger”. Sí, esto también es chirriante pero no desesperéis, es una buna historia.

El día en que Kira dibuja a Rei un mapa con las indicaciones para llegar a un hospital sus vidas comienzan a entrelazarse. A pesar de asistir al mismo instituto, Rei jamás había reparado en ella. Para Kira siempre ha sido un chico al que es mejor evitar. Pero el dibujo de una mujer junto a su bebé realizado en el reverso de las instrucciones del mapa de Rei provoca que ambos vayan acercándose poco a poco.

Kira y Rei comparten posados, confidencias y recuerdos dolorosos en un instituto demasiado hostil. Kira sufre día tras día el acoso de unas compañeras celosas por su creciente relación con el guaperas de clase y el vacío de unos compañeros que la consideran demasiado lejana a ellos, demasiado callada, inalcanzable. Rei se siente perdido, su propia vida le resulta tan indiferente que no le importa ponerse en peligro. Es duro leerlos a ambos y debo reconocer que a medida que avanzaba la trama el sentimiento de necesidad que va creciendo en la protagonista me ha resultado impactante y triste. Espero que aprenda a valorarse por sí misma en los siguientes tomos. Que no necesite tanto a Rei.

Mientras leía el continuo acoso hacia la protagonista por parte de alumnos e incluso un profesor, no podía dejar de pensar: ¿Cómo puede haber tanta gente mala en un instituto? Porque los abusos no se limitan a pequeñas riñas no, hablamos de agresiones graves, amenazas de muerte y lesiones. Supongo que en este sentido es un poco exagerado.

Mars cuenta con una edición en tomos dobles y es cierto que la parte que corresponde al primer tomo no cuenta demasiado, quizás si se leyera únicamente ese tomo no se tendrían ganas de seguir adelante con la lectura. Qué listos han sido al publicarlo junto al segundo, en el que comienzan a tratarse temas duros con mayor profundidad como las enfermedades mentales, la muerte, el suicidio, abusos, agresiones y traumas infantiles. Sí, demasiadas palabras negativas en una sola historia pero muy bien hiladas.

Lo que más me ha gustado de esta historia es que no se limita al típico “chica buena que cambia al chico malo” sino que ambos protagonistas van aprendiendo cosas el uno del otro, van creciendo como personas mientras comparten su tiempo tomando lo bueno del otro para evolucionar, para abrirse al mundo y sanar aprendiendo a vivir.

Un manga que comienza con frivolidad y termina de manera impactante mostrándonos la fragilidad y fortaleza del ser humano para seguir adelante ante momentos traumáticos.

El dibujo como he mencionado al inicio de la crítica es bastante actual. Muy bonito y vistoso. Los personajes se han dibujado de forma demasiado adorable. No me gustan las motos, ni los vehículos en general, pero... ¡qué bien están realizados! Es excitante ver a Kira y Rei sobre una moto. Los momentos más difíciles de la historia están dibujados de forma que impactan visualmente a quien lo lee con páginas en tonos más oscuros.

Estoy deseando que llegue la fecha de publicación del segundo tomo para saber cómo continua esta historia que promete remover tantas emociones. Sin duda, merece una oportunidad.