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¡Hola, bibliotecarias! La semana pasada fue un poco complicada y nos quedamos con ganas de hablaros de este tomo. Conoceremos a Tono, un mangaka treintañero que, a pesar de que ha conseguido sobrevivir con sus obras, no ha alcanzado a tener la fama y el reconocimiento que esperaba. Centrado más en historias de fantasía, y tras la cancelación de éstas, su editora le sugiere que busque otro nuevo camino que tomar. Así es como se verá envuelto en un slice of life ambientado en una pequeña isla remota muy similar a la de su infancia. Con todos estos recuerdos y vivencias que conserva, los usará como base para su nueva obra. Pero no es todo un camino de rosas, Tono debe abandonar el género con el que más agusto se siente, y sentirá cierto recelo, ya que no cree que un manga que trate sobre el día a día de cuatro chicos que viven en una pequeña isla llame la atención del público. Nuestro mangaka sigue viviendo en su pueblo natal, concretamente en casa de su abuela, muy cerca de donde viven sus padres. Éstos, que nada más que ven a su hijo estar en casa y no tener un “trabajo” más típico, no tienen tampoco muchas esperanzas puestas en su futuro. A pesar de eso, el pueblo se vuelca muchísimo con sus obras ❤️ Los slice of life son un género que me encanta, son hermosos, tranquilos, calmados. al leerlo, casi puedo oler el salitre del mar y sentir los rayos del sol en la cara. Así que esta obra ha sido todo un acierto para mí. |
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