Izahi, a tus hijas

Izahi, a tus hijas es uno de esos libros con los que disfrutes un montón, pero también uno de esos libros que te abre los ojos. Como dice la sinopsis, habla de la amistad, pero de una forma muy peculiar. Los amigos tienen que estar ahí en lo bueno y en lo malo, ¿cierto? Pues al principio de esta historia, no te va a parecer que nuestra protagonista sea muy abierta a tener relaciones de amistad. O eso cree ella, a medida que avanza el relato te das cuenta de que eso no es así y descubres unos personajes maravillosos.

La historia es corta pero tiene un gran desarrollo, tanto de los personajes como de la acción y los lugares donde se desarrolla. En relación a esto último, tengo que decir que, aunque la autora no se pone a desarrollar todo con mucha precisión, eres capaz de imaginarte los lugares en los que se encuentra Saha. Y más que eso, sientes lo mismo que ella.

Todos hemos querido luchar por algo que nos retenía, por un obstáculo que había que pasar, algo que se nos atascaba, ¿no? Ese es uno de los muchos mensajes que te puedes encontrar dentro de esta novelette. ¿A veces no tenéis la sensación de que según vuelvas a leer otra vez una historia, vas a descubrir nuevas cosas? Pues así me siento con este libro. Es una historia corta que no llega las cien páginas, pero sé que si lo dejo reposar y dentro de un mes, vuelvo a leerlo, voy a sacar una conclusión distinta.

La verdad es que no tengo mucho más que decir de un libro con el que he disfrutado tanto y del que he sacado tantos mensajes bonitos. Solamente os puedo decir que si tenéis oportunidad, lo leáis. Y de esa forma, a parte de apoyar a una autora que escribe de maravilla, apoyáis una editorial pequeña y tradicional.
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