Hyde

Buf, hoy me toca una de esas reseñas que no me gustan: cuando el libro no te llega, la historia no conecta contigo o te cuesta leer y terminar la novela que tienes entre manos. Eso me ha pasado a mí con Hyde.

Partiendo de una premisa interesante, la dualidad del ser humano y el concepto del bien y el mal, y con claras reminescencias al clásico “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” arranca esta novela situándonos en el Edimburgo del siglo pasado, donde unos crueles asesinatos basados ​​en la mitología celta, sacuden la ciudad. El inspector Hyde, acosado por un terrible mal que le hace tambalearse entre el mundo real y un mundo onírico paralelo creado por su propia mente, debe enfrentarse al asesino a la vez que se enfrenta a sí mismo ya sus propios demonios. Tras este fuerte comienzo, la novela empieza a enredarse, a repetirse, intentando despistar al lector mediante historias paralelas, demasiado fantasiosas incluso por momentos, que poco tienen despiste, pues se tornan repetitivas y predecibles.

Ha sido esta, una novela ardua de leer, no por su vocabulario ni su estilo narrativo, que por el contrario es bueno, sencillo y cargado de diálogos que le dan mucha agilidad, si no porque no he conectado con ella y me ha aburrido. Con todo esto no quiero decir que sea una mala historia, he leído buenas críticas sobre ella y viene de la mano de un autor de renombre, simplemente a veces las historias no están hechas para nosotros o nos pillan en el momento equivocado. Siempre digo que en la variedad de gustos está la riqueza de la literatura.