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Karen Russell nos presenta una distopía muy original: una epidemia de insomnio está asolando los Estados Unidos. Como si de cualquier virus se tratase, el insomnio se propaga y termina provocando víctimas mortales (¿cuánto tiempo creéis que puede sobrevivir una persona sin dormir lo más mínimo?). En este contexto, surge una asociación sin ánimo de lucro, las Brigadas Duermevela, cuyo objetivo es captar a un máximo de personas que deseen donar unas horas de su sueño para salvar a los insomnes más graves. Rápidamente, se organizan transfusiones de sueño, como las de sangre, pero también deben tener cuidado que este sueño sea lo más puro posible y no esté contaminado por horribles pesadillas. La protagonista, Trish Edgewater, es la mayor captadora de estas Brigadas, ya que utiliza el relato de la muerte de su hermana, una de las primeras víctimas, para concienciar a la gente. También tenemos a una donante universal, pero dejaré los detalles para que los leáis cuanto antes, ya que al ser una novela tan breve, es mejor no seguir desvelando la trama. Me ha fascinado el mundo que crea la autora en torno a esta enfermedad del sueño: la propagación del insomnio, el funcionamiento de las Brigadas, las donaciones… Russell demuestra un gran talento imaginativo. Pero además, toda la historia gira en torno a unas reflexiones sobre el mundo actual y unos dilemas éticos muy importantes. Es una novela que, a pesar de su corta extensión, nos hace pensar y apela a nuestro sentido moral. También nos muestra la corrupción que puede surgir de las peores desgracias. En definitiva, una excelente novela de ciencia ficción con unos protagonistas tal vez algo fríos (algo común en mundos distópicos) pero que nos brinda reflexiones profundas. Y si además la recomienda Stephen King, ¿qué más necesitamos para convencernos? Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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