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"Mosturito" de Daniel Ruiz y editada por Tusquets se ha convertido en una de mis lecturas favoritas de lo que va de año. Cuenta la historia de Pedro —o Periquillo— un niño con una malformación física que le convierte en el blanco de los matones del barrio. Tras perder a su madre a manos de su padre, vive en la periferia de una ciudad andaluza junto su tía, la Tata, una mujer con pocos recursos y adicta al alcohol, que hace lo que puede para cuidar de su sobrino. Me ha conquistado la atmósfera, esa ambientación tan precisa de una de las épocas más convulsas del siglo pasado. Pero sobre todo, me han enamorado sus personajes, tan bien perfilados, con unas voces tan conseguidas que hacen que el lector se cuele en sus conversaciones como si las escuchara en lugar de leerlas. Este ha sido mi primer contacto con la escritura de Daniel Ruiz y me ha ganado del todo. Increíble la forma en la que consigue transmitir vivencias tan duras, a través de un leguaje coloquial a más no poder, y de una forma tan bella. |
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