 |
¡Me ha encantado! He disfrutado del libro tanto en los momentos buenos como en los malos, detestando cada vez más a Ben y enamorándome más de los protagonistas tras cada capítulo. La historia comienza con una pérdida que estará muy presente a lo largo de la historia, un duro golpe para la protagonista, que hará que cada pista o recuerdo afecte tanto a Zoey como al lector. Si hay algo por lo que he empatizado con Zoey, es las similitudes que, como reseñadora, he visto en ella, tanto en su pasión por la lectura como la comunidad que la envuelve, han hecho que me sintiera cercana a ella. Por otro lado, tenemos a Aiden y Laia, los nuevos del pueblo que arrojan un poco de luz y alegría a la vida de Zoey, quienes le darán la posibilidad de disfrutar del último curso de instituto... al menos en los momentos en los que Ben no se mete por medio. Si hay un personaje odioso, que está hecho para caerte mal y que te sorprende con el hasta dónde es capaz de llegar, sin duda es Ben. Su afán por ser el más importante del instituto y tratar de conseguir algo que todos saben que no va a ser suyo, no tiene límites. Por suerte, estos momentos son compensados por los buenos, donde se puede ver cómo avanza la amistad y relación de los protagonistas, superando cada bache que se encuentran en su camino, por difícil o por mucho que sufra el lector en el proceso, porque mientras se lee la historia, en los momentos más importantes, se tiene las dos versiones, la de Zoey, quien es la narradora principal, y la de Aiden, para aclarar lo que de verdad está sucediendo en realidad. Pese a ello, las dudas creadas por Ben calan muy hondo tanto en Zoey como en el lector, y hasta yo, en un momento de la historia, llegué a desear que lo que acababa de leer no fuera cierto o que había una explicación razonable que llevara a esa confusión. Me costaba mucho pensar que los personajes habían hecho algo malo, aunque, había una excepción y esta era Lena. Lena es un misterio en la novela que se va resolviendo poco a poco como un puzle, del cual hasta que no colocas la última pieza, no sabes el por qué lo hizo y si puedes descartar algún culpable, incluida ella misma. Cuando se descubre un poco lo que sucedió unos meses antes, tenía la mente abierta a cualquier hipótesis. Siempre con algún culpable en el punto de mira, pero sin llegar a saber bien el por qué. Pero no todo es misterio y enfado, también hay una trama romántica que sin lugar a duda me tenía atrapada. Era leer una escena de ellos dos felices y yo instantáneamente me quedaba feliz, con miedo a que llegara Ben y lo estropeara todo. En cuanto al final, me ha encantado. Tiene muy buen cierre de trama con buenas reflexiones que hace la protagonista en las entradas de su blog "Diamantes de papel", un elemento indispensable que ayuda a lo largo de la lectura a hacernos una idea de cómo vive Zoey cada momento, ya sea bueno y malo, con sus opiniones además de los libros que lee en el transcurso de la historia. Enlace: https://loslibrosyeva.blogsp.. |
>
