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Greg Rucka, sin ser uno de los grandes guionistas de cómic/novela gráfica de los últimos años, sí me parece uno de los más sólidos. Sabe como crear historias entretenidas y sin pretensiones, personajes carismáticos, y en general sabe mantener la intriga en sus historias. Y básicamente eso es lo que nos encontramos en este tomo, una historia más bien típica de detectives protagonizada por una detective bocazas, que se ve envuelta en una trama que le supera mientras investiga una desaparición. No es nada nuevo bajo el sol, pero tampoco le hace falta. Para quien busque un divertimento sin pretensiones, esta primera entrega autoconclusiva de Stumptown es perfecta. 6/10
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