La secuela de Carry On, una historia que amé demasiado y que se encuentra dentro de mis favoritas. La verdad no sabía que esperaba encontrar en Wayward son. Alguna vez dije que Carry On me recordaba muchísimo a los drafts y fanfics de mis ships favoritos, y quizás con esa percepción esperaba ver mucho self-care, mucho love, lidiando con el trauma que nos causaron los adultos en el poder vibes, y pues lo encontré, junto con las mil y un aventuras (o mas bien problemas) que siempre parecen encontrar a Simon, Penny y Baz. En esta oportunidad se encuentran en Estados Unidos, buscando cambiar un poco de perspectivas. Simon debe aprender que a pesar de todo, ya no es parte del mundo de los magos. Baz aprende mucho acerca de su vampirismo y como estos viven libres de estricciones en Las Vegas, y Penny que no esta mal no saberlo todo. Ya no son niños haciendo lo que los mayores esperan de ellos, o llenando roles que no les corresponden, son adultos, deben tomar decisiones por si mismos y seguir adelante. En general me ha encantado encontrarme de nuevo con estos personajes, en especial con Penny, quien tiene un desarrollo impresionante en Wayward Son dónde sus capacidades (mágicas, intelectuales y emocionales) son puestas al límite. También me gustó mucho Shepard, un nuevo personaje que me apreció muy cool. Cosas que no me gustaron: Simon aun no descubre la identidad de sus padres. Siempre he creído que este pequeño detalle daría pie a un desarrollo interesante para este personaje. Como en su primera entrega, esta historia tiene un tono muy fresco y divertido. siempre me ha hecho mucha gracia lo fuera de lugar que se ven los Británicos en Estados Unidos y esta no ha sido la excepción. 4.5 / 5 para este libro, muy adecuado para los que no nos conformamos con el "Y vivieron felices para siempre". |