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Adam Fallmerayer es un jefe de estación austriaco que vive tranquilamente junto a su mujer y sus dos hijas gemelas. Su vida está perfectamente organizada y discurre pacificamente sin ningún sobresalto. Adam es feliz con lo que posee y cree vivir plenamente su felicidad. Un hecho insólito ocurrirá cerca de la estación que le destruirá su armonía y dará un giro a su vida. Un accidente ferroviario entre dos trenes provoca un número considerable de heridos y Fallmerayer acude diligente al lugar para prestar su ayuda. Una vez allí, conocerá a una condesa rusa de apellido Walenska por la que se siente extrañamente atraído y, una vez la pone a salvo, decide para impresionarla colaborar con los equipos de rescate. La condesa está ilesa, aún así necesita reposo y pasará unos días en casa del jefe de estación. Este suceso marcará el relato y Fallmerayer empezará a amar en secreto a la condesa. Ella está casada con un conde del que proviene su apellido. La huída que emprende Fallmerayer del hogar, no solo será de tipo físico sino también metafórico. En un intento de escapar y reorientar su vida o existencia, emprende un viaje lejos de lo establecido, lo normativo, que por este golpe de azar de la vida le llevó a conocer a la condesa. ¿Qué representa Walenska para Adam? Quizás porque representa lo exótico, lo diferente, lo prohibido y todo eso le motive a cruzar barreras, a aprender ruso y perfeccionarse para resultar atractivo a los ojos de Walenska. Algo que lo saca de la rutina y da motivación y excitación por partes iguales. ¿Acaso es posible que Adam se haya dado cuenta que bajo su aparente felicidad pasada residía una insatisfacción escondida? Muchas son las hipótesis e interrogantes que Roth deja al lector a su interpretación, aunque, si bien, el relato tiene un cierre drástico, abre espacio para el debate y distintas visiones para intentar dar respuesta a las actuaciones de los personajes. Por ejemplo, el personaje de la condesa es enigmático, apenas se dan unas pinceladas de lo que puede pensar o sentir. Fallmerayer es la figura central y sobre la que quiere ahondar Roth. Las motivaciones, las pasiones, la desesperación todo es un cúmulo de sentimientos y sensaciones que explora el jefe de estación. Sin embargo, sin duda, el final es la repetición de un patrón por parte de Fallmerayer que nos indica, a nuestro juicio, su inconformismo y quizás resignación ante la vida. Otro maravilloso pequeño relato de un gran narrador que no se deben perder. Enlace: https://librosderuby.wordpre.. |
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