Klickitat

Vivian y Audra son dos hermanas que residen en un barrio de Oregon con sus padres. Audra –la mayor– está intentando tomar otra forma de vida y Vivian recibe mensajes enigmáticos en un cuaderno. Tienen una relación estrecha, pero un día Audra decide irse, despojándose de todas las comodidades de la casa y siguiendo a alguien misterioso.

La novela juega con lo que no se dice, con la (in)comunicación y con lo poco confiable que resulta ser Vivian como narradora –ella está escribiendo la historia–. Tiene una condición psicológica indeterminada que hace que su mirada sea parcial, inocente y, a la vez, muy madura. No juzga: solo cuenta y expresa algunas de sus emociones. La impetuosa Audra la arrastra para volver a la naturaleza y a otras costumbres que fueron olvidadas por el ser humano, pero que un grupo que decide salir del sistema –o que ya estaba afuera– pone en práctica. Los mensajes anónimos que Vivian lee son una especie de guía.

Ahora bien, el libro se pierde sutilmente en el desarrollo y se vuelve algo monótono, además de confuso. Para colmo, sentí que, como lectora, debía poner en pausa muchas cosas para poder “creer” la historia. Paradójicamente, lo que se me hacía raro y contradictorio era la parte realista, aquella que puede acontecer en nuestro mundo lógico. Desde ya, ni Audra ni el personaje manipulador pueden sostener sus ideas y creo que eso no ayudó a solidificar el conflicto.

Así y todo, me saco el sombrero ante el final. En las últimas páginas me quedé helada, atando cabos y pensando “no me digas que…”. Y sí. Las irregularidades de las páginas pasadas empiezan a borrarse y abren paso a esa conversación increíble, lejana y sensible. Fue mi parte favorita del libro y, aunque no comprendí del todo el trabajo del padre, me fascinó que posibilitara eso.

Peter Rock dijo en una entrevista que “Klickitat” –omití hablar sobre esta palabra por cuestiones de spoilers– fue pensado para un público juvenil. Admito que agrega una novela extraña y profunda a la extensa oferta de libro juveniles, así que lo felicito y recomiendo que lo lean si se hartaron del Young Adult. Quizás vuelvan a enamorarse.

Muchas gracias a la editorial por haberme dado el ejemplar.