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Crítica de laurass89


laurass89
30 December 2019
La clave del espectáculo es la exposición



Hace unos meses Haley Sanders comenzó su primer año de psicología en la universidad de Columbia, había trabajado mucho para poder entrar con una beca y se sentía orgullosa de ello. Era una alumna brillante. En el presente, Haley está en el despacho de su profesora de psicología cognitiva, Rebeca Jones, con la que está manteniendo una charla de lo más particular, ¿dónde están los compañeros que tiene secuestrados Haley? ¿Por qué lo ha hecho?



La novela se nos plantea así con una división en tres actos desordenados. al principio de cada capítulo se nos indicará a qué parte del proceso psicológico de Haley pertenece (abreacción, destrudo o catarsis), en el que encontramos dos fases en pasado, en donde Haley nos cuenta qué ha sucedido hasta llegar a la fase que se da en presente, su inicio en la universidad, cómo conoció a sus amigos, etc. y una fase en presente, el diálogo con su profesora. Además, con este presente confesional, donde Haley está dialogando con su profesora, encontraremos también los capítulos donde se produce la tortura a los compañeros de clase.



Así la novela se nos presenta, desde el principio, en forma de alegato, donde Haley trata de justificar su presente. Nos pide, y buena es la advertencia, que no la juzguemos hasta terminar la novela, porque como bien dice el nombre «nada es lo que parece» ni con ella, ni con los demás. En este sentido, se sumerge al lector en el horizonte de la sospecha y a medida que va leyendo su desconfianza en los personajes es cada vez mayor. Haley no parece una protagonista inocente, no solo porque nos haya dicho que no lo es, sino porque su descripción como alumna brillante y su pericia para serlo no nos deja confiar en ella. No obstante, como hemos dicho, esto sucede con todos los personajes de la novela, incluidos los secundarios. Nadie te ofrece confianza en la novela.



En este sentido, es una novela profundamente psicológica, no solo por el papel que la disciplina desempeña en ella, sino porque también intenta jugar con la psicología del lector. Cuando nos asomamos a ella, lo hacemos con muchos prejuicios, los que Haley nos ha puesto en la cabeza en el prólogo y muy poco conocimiento. Y, sin embargo, nos atrevemos a juzgar. La novela nos enseña que somos muy manipulables, puesto que ella misma, sin datos, solo con puntos comunes (secuestro, tortura, persona prepotente, etc.) consigue que tengamos ya una predisposición hacia la protagonista.



¿Puede ser morbo?



Una de las cosas que me ha fascinado de esta lectura conjunta, y de la lectura general de la novela, ha sido lo enganchadas que estábamos a la novela. El planteamiento de la acción alternando tiempos no siempre es un recurso que salga bien, y por lo que he visto, de hecho, no suele gustar a los lectores, aunque a mí no me molesta; sin embargo, en esta novela creo que es el punto clave. No se trata de una confesión sin más, donde se nos cuenta el pasado para justificar.



El presente de la novela se nos presenta con una tensión narrativa impresionante; la disputa dialéctica entre Rebeca y Haley; y la tortura de los estudiantes secuestrados, y esta no se libera si no es por los capítulos de normalidad que se nos cuenta en pasado. En ese tira y afloja de tensión narrativa es en el que nos atrapa Sonia Roca, que además consigue hacer una exposición fría y objetiva de los hechos, incluso añadiendo comentarios de la propia protagonista.




¿Cómo lo consigue? Ojalá saberlo a ciencia cierta. Creo que este enganche se debe a dos motivaciones.



En primer lugar la curiosidad que genera en el lector el saber el final de la historia y que el carácter de la protagonista sea tan diferente entre el pasado y el presente. Este morbo que nos da el «qué ha podido pasar», nos lleva a seguir leyendo, más cuando, como os imaginaréis, es otro personaje al que le cuadraría llevar a cabo la salvajada que, de hecho y sin duda, está efectuando Haley.



Por otro lado, creo que también se debe al estilo de la autora. Me imagino que habréis leído muchas reseñas donde os decimos que el estilo es sencillo, claro y directo, yo misma he descrito así a algunos autores. En este caso si dijera cualquiera de esos adjetivos, mentiría. No es que la novela sea difícil de leer, para nada, pero sí es cierto que abunda en tecnicismos de psicología, en explicaciones de procesos mentales, pero es que incluso eso te engancha. Creo que la autora ha sabido, dentro de la complicación, simplificarnos los tecnicismos sin tratarnos de «tontos». Así, aunque hay partes quizá complejas, la novela invita ya desde su forma a seguir leyendo y la acompaña un estilo elaborado, recreado y preparado para que el lector caiga en la trampa narrativa.



¿Qué trampa?



La verdad es que no sé si Sonia lo ha preparado así, pero cada vez que leía la novela me sentía más cerca de las dos entidades psicológicas más psicóticas de la novela. Tanto Haley como Rebeca, tal y como se nos muestran al principio, son dos mentes brillantes que en su esplendor tienen pensamientos descabellados. Y el lector, al menos en mi caso, se congracia que ambos, aunque poco a poco, como es lógico, la verdad nos ¿pone a cada uno en su sitio? El final, algo de lo que está vetado hablar, lógicamente, creo que emocionará a aquellos que alguna vez hemos tenido algún pensamiento de caos. Creo que la clave está en que Sonia ha sabido sacar al pequeño psicópata que llevamos dentro. ¿Os atrevéis a averiguar si tenéis uno vosotros?
Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b..
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