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El Hermano Arnal ha aparecido muerto en su cama del convento. Tienes los ojos y la boca cosidos en cruz, sus manos están amputadas y tiradas de cualquier manera por la habitación. Es el tercer asesinato que se produce en las Hermanas de la Caridad. Hace años ese convento fue un orfanato, dónde Shane, el inspector encargado del caso y Aiden, un trabajador social que ayuda a la policía, vivieron y sufrieron maltratos por parte de todos ellos. Ahora les toca a ellos saber qué ha pasado y quién es el asesino, pero para ello tendrán que remover el pasado y ninguno de ellos es inocente. Un thriller increíble, que engancha desde la primera página. Contada a dos tiempos, el presente en el 1985 y el pasado en 1970, que te cuenta lo que vivieron Shane, Aiden y su grupo de amigos en las Hermanas de la Caridad. He sufrido como nadie, incluso he tenido que parar de leer en alguna ocasión para poder digerir el dolor que estaban viviendo. Una historia brutal. Una novela adictiva, que toca temas muy serios, con unos personajes increíbles y que te dejará deseando el segundo libro con la boca abierta. Si os gusta el thriller, NO dejéis pasar este libro y ¡contádmelo todo! |
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