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La familia Bigelow es la típica familia acomodada, con un padre cirujano, respetado por la comunidad y con una mujer y dos niños perfectos. Pero las apariencias engañan. Y detrás de esa máscara de perfección, se esconde un monstruo capaz de cualquier cosa. Zane y Britt, los dos hijos de la familia, vivirán una infancia dura, donde los castigos y el rechazo de sus padres serán la menor de sus preocupaciones. Cuando el caos se desata en la familia, los secretos que creían bien guardados saldrán a la luz, destrozando la imagen que tanto han intentando cuidar. Unos años más tarde, Zane vuelve al que fue su hogar para establecerse como abogado en la zona y volver a estar cerca de su hermana y su tía Emily. Su vida cambiará cuando conozca a Darby McCray, una mujer que ha decidido establecerse en Lakeview y cuyo nuevo negocio será la sensación del momento. Ambos cargan en su espalda con el dolor de un pasado lleno de violencia, un pasado que volverá a perseguirles mientras comienzan su bonita historia de amor. ¿Podrán superar todos los obstáculos a los que no tendrán más remedio que enfrentarse? No había leído a la autora nunca y tenía muchas de hacerlo. Y me ha encantado su pluma. He sufrido mucho con la trama de la novela y en algunos momentos he tenido que parar para reflexionar sobre la violencia, sobre cómo, de la noche a la mañana, puede cambiarte la vida cuando alguien que debería quererte es capaz de hacerte tanto daño. Ha sido una historia completamente adictiva y donde el drama y los giros argumentales están asegurados. Además, me han encantado los personajes de esta historia intensa, dramática, pero es, sin duda, una de esas historias que te dejan con un buen sabor de boca, a pesar de la dureza y la realidad que nos muestra. Amor, maltrato, el valor de la familia y de la mistad se mezclan en esta novela de una forma magistral y, sin ninguna duda, les recomiendo que le den una oportunidad. Yo tengo claro que quiero seguir leyendo a la autora. |
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