Bajo el sol de los muertos

Bajo el sol de los muertos es una novela de más de 500 páginas, algo que sorprende hoy en día que las editoriales no se animan, fácilmente, a publicar un libro de extensión similar, cosa que no sucedió con esta novela de Roberto A. Cabrera y con su editorial, Pre-Textos.

Aquí, el profesor Elías C., nos cuenta su vida a través del ir y venir de sus recuerdos y pensamientos, regresa sobre todo a su infancia y da paso a sus primeros años de juventud, épocas en las que va recogiendo, sin saberlo, despedidas, preguntas, dolores, marcas en la piel, derrotas como si se tratara de hacer un inventario personal de lo que será la ausencia, de aquellas cosas que alguna vez fueron presente y ahora ya no están, pero que de todas maneras, viven dentro pues con ellas es que creamos nuestra forma de estar en el mundo.

Lo que llama la atención de este relato es la manera en la que estos recuerdos se suceden, pues todo lo que se cuenta transcurre mientras el profesor camina de su trabajo a su casa, un trayecto de lo más común y rutinario pero que desde la mente del personaje nos lleva por otros, nos sumerge en lugares e historias contadas en tercera persona, como si el profesor fuese también espectador de la vida que recuerda. Y nos llega a través de referencias, citas, fragmentos de un diario, correspondencia, una escritura collage a través de la cual leemos varias historias, relatos dentro del relato.

¿Y qué es lo que recuerda o por qué serían interesantes los recuerdos de un hombre que vuelve de su trabajo a su casas sin que haya sucedido nada en particular? Más que las travesuras de unos niños que viven sometidos a muchas reglas (tal vez el reflejo de una época) y en las que se cruzan imágenes de animales muertos o reproduciéndose, animales estrellados contra la pared o una juventud llena de exploración y rebeldía, lo que se rescata es la mirada, la forma en la que el protagonista observa y rescata sus recuerdos, con una sensibilidad abrumadora, una gran capacidad de sentir, de sufrir y de volcar esto en el papel.

Al principio me parecía que iba a estar frente a una novela pesada, muy intelectual pero a medida que pasaba las páginas me sumergía en la historia que si bien está llena de referencias culturales y juegos para grandes lectores, creo que puede atrapar a cualquiera.