Con este libro empecé mi experiencia con Gabriel García Márquez. Tenía mucha curiosidad por descubrir el realismo mágico y la verdad es que las descripciones me han encantado. Esta historia nos transporta a Cartagena de Indias y nos muestra cómo se desarrolla la vida de Fermina Daza y Florentino Ariza desde la juventud hasta la vejez. Tiene un tinte muy melancólico pero su final es muy confortable. Lo que más destacó del libro es la esperanza y la constancia por conseguir lo que se ama. Sin embargo, uno de los personajes protagonistas no me gustó en absoluto, por eso me costó más empatizar. Las descripciones desprenden color. Era imposible leerlo y no imaginar los colores marrones y naranjas. Me ha encantado descubrir que esta historia se inspiró en la de los propios padres de García Márquez. |